Casas impresas en 3D ¿El futuro inmobiliario?

Hace años, la impresión 3D para viviendas se veía como una tecnología futurista y poco viable, sin embargo, ya se ha demostrado que es posible, resulta más económica, accesible y rápida para llegar a más personas. Ya se han impreso las primeras casas en 3D y parece que esta tecnología y forma de vivir ha llegado para quedarse.

Este tipo de impresoras 3D imprimen con cemento, una vez se le ha suministrado un plano es la propia impresora por si sola la que se encarga y es capaz de construir los cimientos, las paredes y el techo de la vivienda.

¿Cómo funcionan las impresoras 3D para viviendas?

La impresora 3D de hormigón funciona como una impresora 3D convencional: Un extrusor que se mueve en los tres ejes del espacio, que va depositando material fluido a medida que se desplaza.

Es cierto que requiere ayuda de operarios para que una vez este construida la casa, serán los encargados de colocar las puertas, ventanas y revestimiento. Con esto sigue siendo un proceso muy rápido, ecológico y más seguro para aquellos que se dedican a la construcción. Para construir una casa se necesitan muchos meses, sin embargo, para la impresión de este tipo de viviendas será necesario únicamente unas horas para tenerla impresa y una semana para entregarla al cliente final. Durante esos días y una vez esté impresa la vivienda, con tan solo tres albañiles ultimarán los detalles de los que hablábamos antes, como la colocación de ventanas y puertas y comprobarán que esté todo en orden para que en esa misma semana los compradores puedan entrar a vivir en su nueva casa.

¿Cuánto cuesta una casa impresa?

Como hemos visto anteriormente, los costes son mucho menores que los de una vivienda convencional. Se verían reducidos entre en un 30-40%. Así una casa de 60 metros cuadrados tendrá un precio medio orientativo de unos 45.000 euros, dependiendo también de las calidades de los acabados.

Las posibilidades son múltiples, cemento, hormigón, revestimientos de madera, cuadros de ventana con doble capa aislante, entre otros. Por lo que se puede decir que este proceso se puede crear un material de construcción más duradero y resistente en comparación con las técnicas más tradicionales, haciéndolas más resistentes ante los climas extremos y posibles catástrofes, como inundaciones, incendios, vientos y otros desastres naturales de mejor manera que las viviendas convencionales.

¿Es sostenible esta manera de construir?

Mediante la impresión 3D de viviendas se consigue reducir hasta el 85% de residuos, por lo que además de construir en el momento y en el lugar, se reduce el consumo de energía que se destina al transporte que sí tienen las impresoras que trabajan en las naves y a posteriori trasladan los módulos ya impresos.

Esta tendencia de construcción ha comenzado a establecerse por el mundo, sin embargo, va a ser un proceso lento que las familias vayan confiando, pues, aunque la sociedad haya avanzado mucho, en lo que respecta a la arquitectura, se sigue construyendo como ya se hacía hace 100 años. Sin embargo, los expertos prevén que el sector poco a poco se va a modernizar y tecnificar incluyendo aquí los procesos industrializados avanzados como en este caso la impresión a 3D y en especial que esta impresión se haga con materiales naturales no contaminantes.